Pit Schultz on Wed, 29 May 96 23:16 MDT


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nettime: Hacia una cr’tica en red port‡til


Actas ZK 96 @ 5Cyberconf, Madrid
Hacia una cr’tica en red port‡til

>Mirar

Cuando iniciamos la segunda edici—n de ZKP ten’amos s—lo una ligera idea de
lo que acabar’a siendo. El revuelo causado po la red hab’a llegado a su
cŽnit y se empez— a imponer la voz cr’tica para desterrar las falsas
expectativas. El principal acontecimiento de este a–o ha sido,
probablemente, la publicaci—n de la declaraci—n de independencia de Barlow,
que ha puesto en marcha su propio contramovimiento cr’tico. Ningœn acto
guerrillero lo habr’a hecho mejor. Parece que los d’as de la primera
generaci—n de cibersacerdotes est‡n contados, pero no cantemos victoria
pues el futuro se sigue presentando como un campo de batalla. Desde luego,
la situaci—n se ha hecho m‡s compleja y "La Red" se est‡ convirtiendo en
elemento todopoderoso de la vida cotidiana. Esta pragmatizaci—n no
significa que la cr’tica haya quedado obsoleta. Es cierto que puede que
haya aspectos m‡s pr‡cticos que el de escribir textos, pero nuestro
objetivo en esta versi—n es mantener una v’a abierta a los datos sucios, la
necesidad de dejar atr‡s el modelo del libro sin ser capaces de definir lo
nuevo, una cierta confianza en las estructuras sociales que dan a una
colecci—n de este tipo una coherencia interna y una utilidad temporal.

>T‡ctica

Cuando Clausewitz escribi— 'vom Kriege' no hab’a o’do hablar de "La Red",
pero hab’a desarrollado una serie de t‡cticas te—ricas e interdependientes
(despliegue de los medios apropiados, camuflaje e impostura, capacidad de
adaptaci—n a los cambios, creaci—n de nœcleos, concentraci—n de fuerzas,
iniciativas individuales equilibradas), organizadas en el marco de una
estrategia general y basadas en redes preexistentes de poder, como las
calles, las jerarqu’as militares y los medios de comunicaci—n. A menudo se
nos pregunta sobre 'la posici—n' de la cr’tica a la red, muy a menudo
acompa–ado de quejas sobre su 'negatividad' y 'arbitrariedad'. Es enga–oso
creer que tiene que ver con una estrategia, un 'orden nuevo', un movimiento
unificado, una nueva escuela de disciplina, un conjunto de cambios
paradigm‡ticos a la vista o, incluso, una vanguardia. Por el contrario, el
hecho es que 'La Red' en muchos aspectos se est‡ convirtiendo en un modelo
colectivo de fe, y la forma en que uno trata de unificar e integrar en Žl
todas las partes del mundo y sus sociedades evoca autom‡ticamente una
multiplicidad de pr‡cticas de resistencia. La red no es el mundo. Est‡
claro que estas pr‡cticas son mucho m‡s divertidas que la creaci—n de
nuevos reg’menes. Mientras tanto, hay un mont—n de batallas por ganar, pero
no hay una guerra santa.

>Cr’tico

'Han declarado la guerra al ciberespacio'. No hay necesidad de seguir
manteniendo la violencia en el discurso; hay, en su lugar, otras muchas
maneras de representar minuciosamente y conectar con lo exterior. La
totalidad con la que la informaci—n deber’a revolucionar nuestros mundos no
explica la carencia fundamental de la esencia del objetivo. No hay forma de
escapar al ciberespacio sin meterse en l’os. 'La informaci—n es
informaci—n, no es materia ni energ’a'. El deseo de hacerse digital tiene
su propia negatividad, a la que s—lo pueden dar 'vida' los seres vivos
conectados. La alternativa es una espiritualidad fin de siglo que ve en el
ciberespacio un imperio de almas muertas. En nuestra 'sociedad de la
informaci—n' toda una variedad de met‡foras y narraciones seductoras impide
el reconocimiento de nuestros propios deseos externalizados y dan paso a un
lenguaje de constante desconfianza y alienaci—n. Cr’tico aqu’ significa
hacer volver la informaci—n a la subjetividad y los estratos colectivos,
localizar deseos, expresar  alienaci—n y el dolor de ser digital, encontrar
narraciones que merezcan la pena sin da–ar a los mitos colectivos
incuestionables y desatar el deseo de no quedar conectado de esa manera.
Siempre se trata de la mezcla adecuada, y a menudo el cr’tico puede
estrellarse antes de llegar a la gente. ÀPor quŽ no? La red cr’tica no
puede ser una teor’a unificada, pero envuelve todo tipo de luchas locales,
quetrata de hacer transparentes. Se queda en la tradici—n de viejos
proyectos como la cr’tica de la tŽcnica o la cr’tica de la iglesia, la
interpretaci—n textual como forma de herej’a contra los —rdenes simb—licos
gobernantes, con una diferencia: la red cr’tica actœa desde dentro de los
l’mites, desde dentro del sistema, con infiltraci—n, semi—tica guerrillera,
humor, conocimiento excluido, ontolog’as locales, negatividad t‡ctica, y un
cierto grado de subjetividad exacerbada.

>Praxis

Fuera de la teor’a podemos encontrar no un papel o un c—digo digital o una
corriente elŽctrica, sino el deseo humano. Hay muchas formas de
'inscripci—n' que no se han manifestado aœn en la red o en un texto, pero
que son virtualidades de lo inter-medio, el potencial de la producci—n de
deseos humanos. La praxis se encuentra por encima de la tecne, el proceso,
por encima del producto, haciendo uso de la tecnolog’a y la teor’a se niega
a fetichizarlas. HaciŽndose objeto en su acercamiento a la pr‡ctica, 'a–ade
valor' al campo cultural. La pr‡ctica diaria local se funde con un goce
mutante del texto, que a menudo tiene m‡s que ver con la mœsica y sonido
que con la teor’a y la filosof’a. En definitiva, de lo que se trata es de
dar significado a una vida tecnificada. Se puede fallar, se puede volver a
intentarlo, para nosotros es una forma de legitimar al bastardo habido
entre la Galaxia Gutenberg y la Galaxia Turing. La cr’tica en red, tal como
nosotros la entendemos, no es aœn disciplina en s’ misma, sino un campo
fragmentado en el que uno desarrolla herramientas t‡cticas para
"desregularizar" la centralizaci—n de la producci—n de subjetividad en una
Žpoca de infocapitalismo delirante. Una cr’tica de la red port‡til no es en
absoluto dogma monol’tico o dialŽctico, como el 'neoludismo' o el 'marxismo
digital'. Es m‡s un comportamiento que un proyecto, m‡s un par‡sito que un
wŽbsitio; est‡ m‡s basada en un corpus difuso de obras voluptuosas que en
un discurso acadŽmico, con grandes interferencias causadas por
contradicciones y tecnoplacer, y se conserva v’vida de esta manera.

>0/1

La binaridad con la que la ideolog’a de la internet divide al mundo en dos
esferas, una la de los buenos y otra la de los malos, nosotros/ellos,
nuevo/viejo, informaci—n/materia, oeste/este, esp’ritu/cuerpo,
California/Europa, s—lo puede funcionar en un nivel t‡ctico, puede ser
productiva en un conflicto temporal, para aliviar tensiones y
descentralizar determinados bloques (freedom ON the net), pero como
objetivo general simplemente reconstruye muros que afortunadamente ya han
ca’do (freedom OF the net). Un mundo de bloques que desapareci— al mismo
tiempo que la internet se hizo famosa ha dado a los viejos atavismos una
nueva oportunidad de reaparecer. Pero no se debe protestar por la confusi—n
digital sin ver el peligro del nacimiento de nuevos —rdenes pol’ticos
transnacionales sobre la base de redes electr—nicas mundiales. En esta
metaestabilidad un simple correo de masas liberal puede causar grandes
reacciones (vŽase arriba). Cualquier restablecimiento de un modelo de mundo
binario basado en las fronteras de la red conduce a exclusiones violentas o
a inclusiones alienantes. Las violaciones de fronteras se hacen urgentes en
proporci—n al establecimiento de mitos de la red innecesarios. Si es cierto
que s—lo hay dos decisiones posibles, la tercera sigue siendo la m‡s
interesante.

>Nettime

Muchas gracias a todos los que han contribuido a hacer posible esta
edici—n. Al igual que ZKP1, documenta una cierta fase de debate, el 'freno'
a una ruta incierta a travŽs de distintas ‡reas de 'discurso de red',
aunque por supuesto no representa todas las perspectivas posibles, y de
ninguna manera una opini—n objetiva sin errores. La portatilidad significa
para todos nosotros la posibilidad de reutilizar, reimplantar y republicar
los textos de esta edici—n. Como peque–o dep—sito de textos sobre un campo
espec’fico, animamos a que se siga utilizando. Si desea republicar un
texto, p—ngase en contacto con los autores. TambiŽn nos alegra saber que
todav’a hay grandes muestras de 'econom’a de informaci—n de aportaciones
mœltiples'. Queremos agradecer tambiŽn la ayuda no burocr‡tica del equipo
de 5Cyberconf, sobre todo de Rafael Lozano-Hemmer y Susie Ramsay. Si desea
participar en nettime dir’jase a las direcciones que aparecen m‡s abajo.
ZKP3 estar‡ disponible en Metaforum III en Budapest. ÁEsperamos verle all’!

>Direcciones

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1 nettime-l@desk.nl             (quick + dirty)
2 nettime@is.in-berlin          (slow + clean)
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tertulia (chat, untraced), para establecer una fecha:
   telnet://mediafilter.org 2323 and go to channel 7.
ZKP1 'net criticism', Jan96, Next Five Minutes, Amsterdam
   http://www.desk.nl/~nettime/
ZKP2 'a portable net critique', Jun96, 5 Cyberconf Madrid
   http://www.telefonica.es/fat/ZKP2/


(tranlated by Rafael Lozano-Hemmer)

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